viernes, 22 de mayo de 2015

Zenobia . Reina del Imperio de Palmira




Zenobia o Septimia Bathzabbai Zainib (245-274).  Reina del Imperio de Palmira entre 267 y 272). Fue la segunda mujer del príncipe Odenato de Palmira,  príncipe cliente del Imperio romano. Cuando fue asesinado tomó las riendas del poder en nombre de su joven hijo heredero.

Durante su gobierno, el reino de Palmira se sublevó e intentó crear su propio imperio con la intención de dominar a los dos que le rodeaban, el romano y el sasánida. Las campañas militares de Zenobia le permitieron crear un imperio que abarcaba toda el Asia Menor e incluso logró tomar Egipto con sus tropas en el año 269, ya que allí se había levantado un posible candidato al trono romano. Zenobia logró deponer al pretendiente y reclamó la corona del imperio para su hijo.




Gobernó Egipto hasta el año 272, cuando fue derrotada y enviada como rehén a Roma por el emperador Aureliano. A partir de este momento, el destino de Zenobia parece confuso. Existen múltiples teorías desde que una enfermedad acabó con la vida de Zenobia, hasta que fue una huelga de hambre o una ejecución por decapitación la causa de su muerte. La versión más optimista y aceptada cuenta que Aureliano quedó tan impresionado por Zenobia que la liberó, otorgándole una villa en Tibur (actual Tívoli, Italia) donde se convirtió en una filósofa destacada de la alta sociedad, viviendo como una matrona romana más.






Zenobia está íntimamente relacionada con la ciudad de Palmira a la que fortificó y embelleció con una avenida custodiada por grandes columnas corintias de más de 15 metros de altura. Estatuas de héroes y de benefactores se encontraban por toda la ciudad, pidiendo a todos los nobles de la ciudad que mandaran esculpir sus estatuas y con ellas levantaran una columna en la que exhibirlas. En Palmira podían encontrarse cerca de doscientas estatuas en sus columnas y en las paredes del ágora.  La ciudad contaba entonces con una población que superaba los 150 000 habitantes y estaba llena de hermosos templos, monumentos, jardines y edificios públicos, entre ellos destacaba el Templo del Sol. Las murallas que rodeaban la ciudad, según se decía, tenían 21 kilómetros de circunferencia.




La valentía y la grandeza de ánimo con que se resigno a su adversa suerte una princesa acostumbrada a despreciar la vida, a vencer a los egipcios, a los persas y  a las temibles legiones romanas, hace  de este hecho su mayor elogio. El nombre de Zenobia pasará con gloria como una de las mujeres y una de las reinas más importantes de la Antigüedad