martes, 19 de noviembre de 2013

Cairo International Women´s Film Festival.Del 16 –al 22 de noviembre de 2013.

El Festival de Cine Internacional de Mujeres de El Cairo, se celebrará del 16 –al  22 de noviembre. También es conocido como " Entre Mujeres Cineastas " y es una iniciativa independiente diseñada para proporcionar las mejores películas hechas por mujeres en los últimos dos años. Estas películas, representadas en los principales festivales internacionales se definen por su alta calidad técnica y por sus diversas formas de expresión. El festival de cine de mujeres, se celebra cada año en el mundo árabe, desde 2008. Desde entonces, se ha celebrado como el " Festival de Cine de Mujeres Árabes y de América Latina ", y se ha convertido en uno de los líderes en el cine de las mujeres, no sólo en Egipto, sino también en el mundo árabe. En los últimos cinco años, el festival ha proyectado películas de países como el Líbano , Siria , Jordania , Marruecos , Palestina, España , Bolivia , Argentina , Cuba , Colombia , Costa Rica, Perú , México , El Salvador, Paraguay , Alemania y Eslovenia. Este año incluye películas de todo el mundo, y  presenta películas de ficción, documentales y de animación de más de 20 países, desde Argentina a Rumania , desde Palestina a la India y de Brasil a Argelia.
Más Información: http://cairowomenfilmfest.com/
 
 
 
 


Mujeres Cineastas Árabes.
Nombres de productoras como Aziza Amir, Fátima Rushdi (Egipto), o de directoras como Salma Bakkar (Túnez), Mai Masri (Palestina), Attiat El Abnoudy y Nabiha Lotfi (Egipto), o de montadoras como Nadia Shukri y Rashida Abdel Salam (Egipto), son nombres de cineastas que han marcado el cine árabe con su excelente creación y han aportado enormemente en la historia del cine desde sus inicios hasta el momento. El problema que afrontan las realizadoras árabes, curiosamente, no es la exclusión fuera de la industria, sino qué tipo de cine pueden presentar  porque a pesar de todos los cambios políticos y sociales en el mundo árabe, el debate sobre la situación de la mujer árabe se centra en dos cuestiones principales: el velo y la sexualidad de la mujer. Se presentan estas dos cuestiones, en la mayor parte de los casos, como el pilar más importante en el que se apoya toda la discriminación contra las mujeres, y por lo tanto hay que alimentar y dirigir todas las fuerzas hacia el cambio deseado; quitarse el velo y liberar a las mujeres sexualmente. Esta visión se contradice sin duda con la situación verdadera que vive la mujer árabe, por lo tanto se cambia el tratamiento creativo y cinematográfico enormemente dependiendo del tipo de cine y el tipo de mercado al que cada realizadora opta. Sus demandas como mujeres y como ciudadanas y sus luchas por la igualdad se han visto muy vinculadas a los cambios políticos y a su papel y aportación en la movilidad social. Por ejemplo, la lucha de la mujer palestina contra la ocupación israelí, su sufrimiento y su mecanismo para afrontar diariamente los problemas causados por esa ocupación y la tendencia política de la resistencia en cada momento siempre han marcado enormemente su postura social y sus demandas como mujer en esa sociedad. Lo mismo se puede decir del papel de las argelinas contra la dictadura militar y contra el fascismo en los últimos diez años. Las argelinas también han formado parte e incluso han sido líderes en el movimiento izquierdista contra esa dictadura y contra el fascismo. Su situación actual ha estado vinculada a la derrota de esos movimientos progresistas, mientras que ellas se han visto afectadas por la batalla entre el gobierno de un lado y los islamistas del otro. La guerra civil en Líbano, el sectarismo y la lucha entre la derecha y la izquierda, y el intento de construir un país democrático que carezca de este color sectario en el que todos puedan convivir, es también una de las preocupaciones de la mujer libanesa, sobre todo si hablamos de adquirir derechos y conquistar campos que normalmente no están conquistados por las mujeres. Aquí la integración en el proceso político contra el sectarismo para construir un país de derechos iguales para todos es indispensable, primero, para la unidad de las mujeres que sufren la misma situación aunque sean de religiones diferentes y, de otro lado, para conquistar y adquirir más derechos. En otros países del mundo árabe, como Egipto, Siria, etc., la pobreza y la dictadura son los problemas más graves, y por supuesto la mujer también es la que paga el precio más alto de esa marginalidad social. Por ejemplo, las leyes laborales tienen como primera víctima a la mujer trabajadora en cualquier sector industrial y administrativo en relación con la desigualdad de sueldos, sistemas de jubilación anticipada y falta de cualquier tipo de servicios o de ayudas a la maternidad, etc. También hay que añadir todo lo que tiene que ver con las leyes de familia en cualquier país árabe, donde se tiene como único objetivo proteger los beneficios de la familia como una unidad económica. Por lo tanto, los reglamentos de herencia, de divorcio, custodia o matrimonio dan el poder más grande a los hombres quienes, desde el punto de vista de esas leyes, son los únicos capaces de mantener y defender esa unidad. Desgraciadamente las Primaveras Árabes en las que muchas Mujeres depositaron sus deseos de cambio no se han consolidado. Es más, muchos países  han involucionado o han acabado en guerras